Entre las tradiciones que distinguen a esta región de Tamaulipas se encuentra cabalgar, como parte de una herencia ancestral propia de las zonas del campo, donde convergen parte de los valores que distinguen la riqueza de sus recursos humanos.
Dentro de esa cultura centenaria, destaca una mujer que participa en eventos ecuestres con una personalidad que llama la atención a primera vista; se trata de la alcaldesa de la Villa de Cruillas OLGA LIDIA HERNÁNDEZ BARRIENTOS, más conocida como “La Guera por Morena”, en relación al partido político que la llevó a convertirse en la primera mujer en gobernar a ese municipio, enclavado en “El Valle de San Fernando”.
Fiel exponente de la mujer rural, la alcaldesa demuestra que las habilidades consideradas masculinas no son obstáculo para una fémina decidida, que ha dejado constancia en su desempeño como jefa política y en las cabalgatas, donde ha participado, en ocasiones recorriendo tramos de hasta 20 kilómetros, como parte de una afición que disfruta al máximo.
El gusto por montar, lo adquirió en su campaña para la alcaldía y aunque ahora se revela como una consumada amazona, al principio hubo detalles, como la caída del caballo, la primera vez que monto y que le provocó lesiones dolorosas; sin embargo ese inconveniente, lejos de disuadirla, la llevó a ensayar más, hasta conseguir el domino del noble bruto.
El domingo anterior en las fiestas de aniversario del municipio de Santander Jiménez, la figura de la alcaldesa OLGA LIDIA HERNÁNDEZ destacó por su porte entre los jinetes, montando un brioso caballo moro, que fue conducido por un largo trayecto con destreza, pero además en una clara afinidad con el noble bruto.
Al comentar sobre su afición a cabalgar, relata que para ella es un orgullo practicar las tradiciones de sus ancestros, pero al mismo tiempo aprovechar la convivencia sana con otras personas que comparten el gusto por montar y que piensa seguir haciendo en tiempos futuros, para no dejar de sentir la caricia de la naturaleza durante el trote.
La importancia de las tradiciones, es el sinónimo que representa, en una tierra donde las personas han convertido el trabajo en una cultura, que se ensamblan otros valores, como la honestidad, el respeto y la solidaridad en situaciones difíciles.
Montar es más que un deporte o un pasatiempo; para la alcaldesa de Cruillas es una expresión de orgullo por el origen, es una demostración de seguridad personal para una actividad que implica riesgos y una manera de estar siempre muy cerca del pueblo, de sus costumbres y sus anhelos, para mantener en todo momento la comunicación que nunca debe perderse entre el pueblo y sus autoridades.
La Villa de Cruillas está bien representada por primera vez por una mujer, que en poco más de un año ha sabido domar las dificultades, vencer los obstáculos del género y como en las cabalgatas, trotar a paso firme y sereno, llevando entre sus manos con destreza y prudencia, las riendas de un municipio que se muestra complacido con su desempeño, luego que en poco tiempo ha demostrado de lo que es capaz, mientras que la alcaldesa mantiene la mira en alto, empujando otros proyectos de bienestar para las familias cruillenses a corto plazo.