POR José Inés Figueroa Vitela
El Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ayer se ocupó de Tamaulipas, durante su conferencia de prensa cotidiana y lo hizo en términos de reconocimiento, a la coordinación con el Estado y a los avances que en materia de seguridad por estos lares se han concretado.
La pegunta sobre el tema llevaba jiribilla, pretendiendo todo lo contrario de lo expresado, por el jefe de las instituciones del país.
El planteamiento del periodista, era una negación en sí, cuando hablaba de un estado de excepción, en un lugar dominado por la delincuencia, donde asegura tiene dos años y medio levantando un reportaje que no acaba de terminar.
¡Válgame!, dirían en casa.
¿Qué medio soporta el financiamiento de más de dos años y medio para levantar un reportaje?… y de la ribereña sí, se cuentan muchas historias, que a muchos ciudadanos comunes, de afuera, no animan a cruzan por ahí.
Es una zona rural, de pequeñas poblaciones limítrofes con los Estados Unidos, histórica y geográficamente “con vocación” a cualquier tipo de comercio internacional, que muchos no entienden y luego por eso se dice, “hay control” sobre “desconocidos” que la transitan.
Por el tamaño de los pueblos todo mundo se conoce, así que si el dueño del portal aquel, de la mañanera de ayer, hubiera pasado o llegado a alguna de sus comunidades, lo habrían sabido los vecinos, hasta el motivo de su estadía, ciertamente incómoda para quienes se mueven en el filo de la ley, caracterizados por la violencia.
Por eso, sin detrimento del fundamento de sus afirmaciones, las del Presidente son totalmente coincidentes con la esfera local; sí hay un problema, que no se ha superado, pero sigue acotándose, en la ruta correcta de las instituciones.
AMLO aseguró que no se pueden estar maquillando desde acá las cifras de la criminalidad, porque se está midiendo los homicidios y el robo de vehículos, dos rubros prácticamente imposibles de ocultar.
Aunque reconoció, si hay otras expresiones del delito minimizadas, más por la falta de denuncias, como el secuestró, la extorsión, el robo a casa habitación y transporte e
incluso las violaciones y desaparecidos, sobre los que no es fácil llevar una estadística certera.
La inseguridad no es un tema superado y no será la “cortina de humo”, por donde se diluyan las consecuencias -en popularidad, que parece ocupar más a algunos personajes-, que acaree el mal manejo de la amenaza pandémica.
Si alguien piensa que el dueño del Grupo Salinas, RICARDO SALINAS PLIEGO, está arrepentido de haber retomado la estafeta de las expresiones bárbaras –barbaridades, se dice-, en torno al Coronavirus, hay que ver los “réditos colaterales”.
Un día después de que llamó a todo mundo a seguir produciendo y consumiendo, desoyendo los llamados al aislamiento social, el Instituto Federal de Telecomunicaciones le amplió la concesión para por 50 años seguir explotando la televisión de paga, telefonía e internet a través de su empresa Totalplay.
Antes, el gobierno capitalino ya le había “comprado” el Seguro de Accidentes Personales de Trabajadores que laboran en Vía Pública, a través de su empresa Seguros Azteca, con una prima mensual de 5.8 millones de pesos, más del 25 por ciento de lo que en los años previos se pagó por ese servicio.
Y eso es pecata minuta, para la cantidad de negocios “chuecos” con los que SALINAS PLIEGO sigue multiplicando sus haberes vorazmente, al grado de preocuparse porque el resguardo domiciliario familiar vaya a inhibir sus flujos.
Hasta hace poco, los presupuestos de egresos de muchos municipios tamaulipecos, grandotes y chiquitos, incluían subvención para la “orquesta azteca municipal”; ¿Cuál? Otro más de los hurtos de aquel en despoblado.
Acá, el Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA anunció la elaboración de un paquete de apoyos y estímulos, para ir en auxilio de los sectores más desprotegidos e incluso las pequeñas empresas, cuyas actividades se ven inhibidas por el fenómeno pandémico, arriesgando su subsistencia.
El llamado reiterado del ejecutivo fue a la colaboración de la ciudadanía para cuidar a nuestras familias y acatar la recomendación de quedarse en casa.
El comunicado de ayer de las autoridades sanitarias del estado fue reconfortante; los ocho casos que las vísperas fueron reportados como sospechosos de haber contraído el virus, resultaron negativos.
Fueron descartados los casos en los municipios de Matamoros (2), Madero (2), González (1), Reynosa (2) y Ciudad Victoria (1), de tal manera que seguía habiendo
solo seis contagios confirmados en la entidad; para la tarde-noche se espera el reporte sobre nuevos casos sospechosos que se hubieran identificado en la jornada.
El Secretario General de Gobierno estatal, CESAR VERASTEGUI, mandó ahora un oficio al representante del Gobierno Federal en el Estado, JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, para que le baje a los eventos que anda haciendo con concentraciones de beneficiarios, por donde se puede diseminar el virus.
Lo exhortó a que cumpliera con las medidas del Comité Estatal de Salud, porque el y su personal sigue haciendo reuniones y entregando apoyos, especialmente a las personas adultas mayores, identificadas en los sectores de alto riesgo.
Mientras tanto, la Secretaria MOLINA GAMBOA, su estrés alcanzó las vísperas para anunciar que ya no dará conferencias de prensa, porque hay medios que difunden noticias falsas, pero siguió recomendando las medidas de prevención a la población:
El lavado frecuente de manos con agua y jabón (de preferencia líquido), estornudar o toser en el ángulo interno del brazo, evitar saludar de mano, abrazo o beso y no salir de casa si presentan síntomas respiratorios, extremando precauciones con los adultos mayores de 60 años, por la mayor probabilidad de complicaciones y letalidad que les atañe.
La diferencia en los alcances de las actuaciones ciudadanas e institucionales se da de manera más marcada en la frontera, entre las ciudades vecinas de Tamaulipas y Texas.
Botón de muestra, en Nuevo Laredo no se han dado casos, mientras cruzando el río, en Laredo Texas, hasta ayer por la mañana iban 14 casos de contagio positivos y un número mayor de sospechosos en estudio.
Igual en Mc Allen, Harlingen, Brownsville, entre otros pueblos del Valle, donde la presencia del virus ha superado a la de las ciudades de este lado de El Bravo. Allá los toques de queda ya aplican y aquí aún no se hacen necesarios.
No es para vanagloriarse o relajarse, sino todo lo contrario; anima a la solidaridad y seguir reforzando las medidas de prevención, de preferencia, quedándose en casa de manera voluntaria, para cerrarle el espacio a la propagación del virus.
Allá en Nuevo Laredo, el alcalde ENRIQUE RIVAS CUELLAR, se reunió con el Comité de Salud Municipal, donde refrendó el apoyo del Gobierno Municipal ante los Directores de Hospitales públicos y privados, con los insumos necesarios ante los posibles casos de COVID-19 que puedan registrarse.
En Victoria capital, el ayuntamiento local puso a los tránsitos en la zona del mercado municipal, a andar diciendo a la gente que se recoja a sus domicilios, si no tiene una urgencia para andar en la vía pública.
El imperativo, no alcanzó para que muchos de los aludidos expresaran la preocupación de que si dejan de hacer sus actividades diarias, simplemente no tendrán para llevar el sustento a las familias.
Por las redes sociales fue donde abundaron los mensajes al respecto, pidiendo a la comuna respuestas en ese sentido, como en el del abasto del agua a la ciudad, que sigue menguando, cegándole el servicio a más colonias y reduciendo el tiempo de surtimiento y la presión a las otras pocas a donde aún llega el fluido de manera raquítica.
El chorro, de no más de tres horas al día, ya no alcanza ni a la altura de los tinacos, que hicieron comprar los de esta ingrata administración municipal panista, a las familias, a costa de otras necesidades, ubicados a ras del suelo.
¿Hasta dónde?… ¿hasta cuándo?