A TAMBOR BATIENTE
La vida cambió de un momento a otro para los integrantes de una familia, que ayer sábado por la noche regresaban a sus lugares de residencia en la laguna madre, cuando de pronto, frente a la gasolinera Loma colorada fueron embestidos por una camioneta que tripulaba un funcionario municipal, que aparentemente se encontraba bajo los efectos del alcohol, luego de divertirse durante varias horas en un restaurante localizado por el libramiento de tránsito pesado.
De ese accidente resultaron dos personas muertas y dos más con heridas de gravedad, mientras que el conductor responsable fue trasladado también presentando serias lesiones al Hospital General de San Fernando, donde valoraban su traslado a otra clínica con mayor especialidad para atender las heridas que sufrió durante el percance.
Resulta importante mencionar que en San Fernando y su región durante los últimos días han ocurrido fatales accidentes que han dejado a la sociedad local con el ánimo por los suelos; la muerte de una persona o de varias en un solo hecho siempre es motivo de angustia y de luto colectivo, porque vivimos en una comunidad pequeña donde prácticamente todos nos conocemos y en algún día de la semana nos saludamos en comercios locales o simplemente en la calle.
En este caso que se refiere, el funcionario responde al nombre de LUIS EUGENIO RODRÍGUEZ SALINAS, él es el director de turismo de la Presidencia Municipal de San Fernando y precisamente en la reunión donde estuvo conviviendo alegremente por varias horas, se encontraban altas autoridades del municipio, festejando el cambio de directiva de la Asociación Ganadera Local.
Lamentable por donde se quiera ver este asunto que ya cobró varias vidas y que podría aumentar el número de víctimas por la gravedad de las lesiones que presentan algunas de las personas involucradas en este accidente, también lamentable qué desde el primer momento en que ocurrió este terrible suceso, se dieran instrucciones para tratar de ocultar la identidad del conductor de la camioneta que provocó el fatal percance; malo también que se estuvieran tomando algunas medidas para desvirtuar los hechos y que la persona que por su imprudencia, originó que varios hogares quedaran enlutados no vaya a recibir el castigo que merece, porque lo están protegiendo, dentro de esa tóxica telaraña de complicidades.
Le comento esto porque lo más seguro es que si sale bien librado de las lesiones que presenta el conductor homicida, lo más seguro es que no le vaya a ocurrir pagar pena corporal en algún penal por las muertes que causó.
La ley está tan cambiada que ya ni siquiera es un delito grave manejar en estado de ebriedad y las muertes de personas en accidentes de tránsito terminan convertidas en un asunto comercial, porque basta con pagar una cantidad determinada que ronda sobre los 200 mil pesos, más los gastos funerarios, para que se extinga el ejercicio de la acción penal.
Es una lástima también, que en vez de intervenir para que se haga justicia, servidores públicos metan las manos para evitar que los responsables de muertes injustas reciban su castigo, promoviendo una impunidad que ofrende y lastima la dignidad del pueblo.
Pero las leyes de equilibrio de la naturaleza existen; algún día sabrán lo que se siente en carne propia la injusticia y la impunidad, aunque ahora no se dan cuenta porque piensan que el poder dura toda la vida.
La cuaresma es la época más adecuada para ver hacia el interior, con la posibilidad para esos funcionarios de visualizar el gran daño que le hacen a la sociedad entera, cuando tuercen las leyes para favorecer a compañeros de parranda, pisoteando el juramento que hicieron, el día que tomaron posesión de los cargos públicos que ocupan.