A TAMBOR BATIENTE
El mundo está colapsado por el tema del Coronavirus; los medios de todos los calibres dedican sus principales espacios a informar sobre comunicados de la Organización Mundial de la Salud –OMS-, del estado de cuarentena en que se encuentra Italia, del desbasto de gel para los manos y papel higiénico en Houston, del caso que apareció en Monterrey, en fin que ya marean con todo ese tipo de noticias.
Los mercados internacionales agazapados, el temor de todos los gobiernos y la impotencia de los ciudadanos que al menos en México, saben que es muy fácil morirse hasta de un resfriado, sino se atiende a tiempo.
La situación del mundo ante el Coronavirus, es la misma que ante una guerra mundial; desde hace décadas nos vienen diciendo que la tercera guerra mundial, ya no será con balas, explosivos y acciones militares; que esta vez será con armas químicas y agentes biológicos.
Lo que sugiere que la cepa del Coronavirus puede ser parte de una estrategia para sembrar el terror en el mundo, poner de rodillas a gobiernos poderosos y facilitar el intervencionismo de otras naciones… sin disparar un solo balazo.
En la primera guerra mundial, según registros del tema, murieron entre 1514 y 1519, cerca de 31 millones de personas, entre franceses, alemanes, austriacos, húngaros, rusos e ingleses, que tomaron parte en las acciones bélicas, derivadas del asesinato del archiduque de Austria- Hungría FRANCISCO FERNANDO, en Sarajevo.
La segunda guerra mundial de 1939 a 1945, que tuvo como origen el plan de dominación mundial del alemán ADOLFO HITLER, dejó más de 60 millones de personas muertas, aunque hay versiones que apuntan a que fueron más de 100, los que perdieron la vida en las batallas que se dieron por cielo, mar y tierra o en los campos de exterminio nazis.
A la fecha, desde que irrumpió en la vida de la humanidad, el Coronavirus se ha dado positivo en 140 mil personas de 120 países del mundo, lo que provocó que la OMS, le diera la categoría de pandemia, creando todavía más miedo entre los habitantes del planeta.
Algunos piensan que por sus características, el C0VID 19 puede ser una especie de agente biológico inducido entre la humanidad, para doblegar de primera intención, a alguna de las potencias mundiales que se disputan la supremacía del poder económico, Estados Unidos de Norteamérica y China por ejemplo; volvemos a los pronósticos que señalan que las guerras ya no serán con metralletas, tanques o aeronaves artilladas.
Para desestabilizar al mundo, no hace falta regar tanta sangre, pero si es necesario que mueran muchos, porque la muerte es el principal alimento del miedo y para quienes pretenden a toda costa mantenerse en la cima del poder municipal o arrebatarlo, los que mueran, es lo menos importante; al final solo son estadísticas.
En una guerra, siempre hay muertos; 31 millones en la primera guerra mundial y cerca de 100 millones en la segunda… ¿cuántos han muerto actualmente del Coronavirus?,
En todo caso y de tratarse de una tercera guerra mundial, producida como es común por los intereses económicos, los únicos espantados son los países donde se concentra la mayor parte de la morbilidad, como en este caso Italia, que está afectado totalmente por la alarma de la cepa.
Y los países tercermundistas como México y muchos más de las 193 naciones que la ONU reconoce oficialmente, cuyas defensas sanitarias son demasiado frágiles, que a veces dan la impresión que no existen mecanismos para hacer frete a este tipo de plagas, que durante más de 2 mil años han “purgado” a la humanidad; no solo como guerras, sino que también como pestes –igual que el COVID 19-, terremotos, tsunamis y otros fenómenos naturales.
Al momento hay mucho miedo en el mundo, principalmente por el desconocimiento del tema y la perturbadora insistencia de los medios; este servidor piensa que no tenemos por qué llorar antes que nos peguen, recuerden que Dios siempre protege a sus hijos más vulnerables, como lo haría cualquier padre.
Y los mexicanos, por muchas razones, en estos momentos estamos precisamente en estado de indefensión… así que encender una veladora y rezar intensamente puede funcionar con más que la eficiencia de las políticas públicas y los servicios de salud que disponemos… ¿usted qué opina?.