Desde aquella inesperada y abrupta derrota que sufrió en las urnas en el año 2016 frente al PAN, el Partido Revolucionario Institucional había permanecido noqueado, víctima de una parálisis, que lo condujo de la cima, al sótano del tablero electoral en San Fernando, fenómeno que se repitió en la mayor parte de Tamaulipas.
De aquella demoledora aplanadora tricolor, apenas quedan los recuerdos a través de un reducido puñado de militantes que sin pena y sobre todo con una lealtad a toda prueba, se han mantenido prudentemente a la expectativa, aceptando el sitio que le han querido dar, con el afán de sobrevivir durante una convalecencia que a la fecha, ha durado seis años.
Pero ese letargo ya se acabó.
Después de recuperarse y realizar un análisis de sus fortalezas y debilidades, el PRI está dispuesto a regresar al campo de batalla electoral pero esta vez pensando con cabeza propia y dispuesto a no ser plato de segunda mesa.
¿Cómo?… dirán muchos.
El próximo sábado rendirá protesta la nueva dirigencia del PRI en San Fernando encabezada por un excelente cuadro; se trata de ALEJANDRO FRANKLIN MELHEM y que para que nadie se confunda, les diré que es hijo del ex alcalde priísta ALEJANDRO FRANKLIN GALINDO, en cuyo mandato si la memoria no me traiciona, se firmó el primer convenio con la empresa IHSA y se lograron hacer muchas obras importantes en el municipio, entre ellas majestuosas pavimentaciones que todavía permanecen intactas, con el sello de haber sido construidas con buenos materiales y mano de obra profesional; fue un excelente gestor que supo lograr que la abusiva empresa española, en ese tiempo, le cumpliera a San Fernando.
Pero quien rendirá protesta el sábado 4 de octubre es su hijo, personaje de edad relativamente joven, forjado en el esfuerzo empresarial, pero desde hace también ya fácilmente mas de 15 años, en la talacha partidista, siempre dentro del PRI.
De entrada, su lealtad al partido donde dio sus primeros pasos en la política, se ha mantenido a salvo de cualquier “chapulineo” que es la moda entre los políticos y su éxito como hombre de empresa, asegura que va sobre resultados; ni palabras huecas, ni promesas incumplibles, con un trabajo de territorio que hará que quienes por alguna razón no lo conocen, lleguen a saber muy bien quien es y como pretende regresar al PRI al coliseo electoral, pero con la determinación de competir, más allá del papel de “palero” que le han endilgado en los últimos años.
En San Fernando hay priistas de corazón, que son verdaderos estrategas y lideres en territorio, que se han mantenido agazapados esperando condiciones para dar el manotazo.
Y el momento ha llegado.
Los comentarios en torno al arribo de ALEJANDRO FRANKLIN MELHEM son muy positivos y aunque se escuchan algunas voces discordantes de quienes lo confunden y hablan sin conocerlo, pronto verán de la madera que está hecho y de su capacidad para convocar, conciliar y convencer, que no van a dejar lugar a dudas.
Al PRI le he han faltado en los últimos tiempos buenos lideres, porque después de la derrota del 2016 se convirtió en una papa caliente que nadie quería tomar, pero con un dirigente que sepa aprovechar los errores de la competencia, el hastío social y la decepción que se palpa diariamente a través de cientos de comentarios negativos que al mes se traducen en miles de descalificaciones, no resultará tan difícil hacer una campaña de reflexión, por encima del odio que han utilizado como principal herramienta algunos siniestros personajes, para colmar su apetito de dinero y ambición de poder.
Antes que termine este año, el PRI estará de nuevo cabalgando en toda la geografía municipal, haciendo alto en todas las zonas rurales, pesqueras y urbanas, donde parecidas a las luces de navidad, hay priístas en serie, semiapagados pero vivos… esperando un momento, que ya llegó.
¡El PRI viene por la revancha!