Al considerar que el Rastro Municipal es un espacio que requiere de las mayores condiciones de sanidad e higiene para que los productos cárnicos que pasan por sus instalaciones sean totalmente confiables para la ingesta de las personas, se mira como una necesidad clausurar la actual casa de matanza.
Dueños de carnicerías en la ciudad coincidieron en que por la población que presenta y las altas temperaturas que se padecen en la región, se requiere de un rastro moderno y funcional, adecuado para brindar un servicio de calidad.
Mencionaron que los rastros Tipo Inspección Federal más conocidos como “tiff” son aquellas instalaciones dedicadas al sacrificio de animales, a su proceso, envasado, empacado, refrigerado o industrializado y que están sujetos a regulación por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo rural –SADER- aunque aquí el sacrificio de reses no llega al número requerido para ese tipo de instalaciones.
En función de la creciente población del municipio, así como a la cultura por un alto consumo de cárnicos que son sacrificados y diseccionados en sus instalaciones, se requiere de una casa de matanza con estándares de funcionamiento y calidad de riguroso proceso, para mantener los productos en condiciones aptas el consumo de las familias.
Como parte de este mismo procedimiento que exige la norma sanitaria, la carne que sea trasladada del rastro a las carnicerías de la ciudad donde se expende de manera directa al público, debe emplearse un camión equipado con caja de refrigeración, para que se mantenga en condiciones y evitar de esta manera riesgos para la salud de los consumidores.