Residentes de los poblados aledaños a al vaso lacustre, indicaron que el uso de redes de arrastre es uno de los problemas que más han contribuido a la ruina de los pescadores en la laguna madre, luego que las artes de pesca prohibidas exterminan especies en estado larvario e infantil.
Hicieron mención que se trata de una vieja práctica que viene de varias décadas atrás, en que se han venido utilizando estas redes, con cierta complicidad de inspectores de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura –CONAPESCA- que actúan de manera muy esporádica.
Dijeron que es común que para presentar trabajo, les quiten redes de arrastre a pescadores que apenas van iniciando con el uso de artes prohibidas, lo que beneficia además a quienes tienen muchos años de realizar esas prácticas nocivas y de agresión al entorno.
Lo anterior dentro de un juego de complicidades donde se obtienen jugosos lucros, mientras que los pescadores que acostumbran a respetar las leyes, solamente ven como suceden estas irregularidades que no se atreven a denunciar por temor a las consecuencias.
Lo mismo sucede en los periodos de veda de camarón y Lisa, que se han convertido en un jugoso negocio para los inspectores de CONAPESCA, lo que se demuestra con el hecho de no detener a infractores, que en todos los periodos de prohibición, nunca dejan de capturar.
Anomalías como estas han venido agotando la capacidad del cuerpo de agua para sostener la reproducción y crecimiento de especies que constituyen la fuente de ingresos de miles de pescadores, lo que ha sumido en una angustiante miseria a las familias que durante décadas han vivido de la captura de los recursos pesqueros que tienen su hábitat en el cuerpo de agua hipersalino más grande de América Latina.