El lunes próximo la planta burocracita que ha disfrutado de dos semanas de vacaciones deberá reintegrarse a las actividades de rutina, donde todas las dependencias de los tres niveles de gobierno deberán estar funcionando de manera normal.
Y con esto habrá una recuperación gradual de la vida cotidiana, que en los últimos días se ha sentido la desaceleración que provocan siempre las vacaciones de verano, tanto para la burocracia, como para los alumnos y obviamente, maestros del nivel básico.
Quince días sin tener que trabajar en las labores de costumbre son miel en los oídos de los burócratas, que en su gran mayoría utilizan para realizar algunas tareas en sus hogares o salir de viaje, muy alejados de lo que todo el año están obligados a realizar debido a sus obligaciones en los empleos que desempeñan.
Pero la verdadera actividad volverá cuando los alumnos del nivel básico retornen a clases en las próximas semanas, hasta entonces quedará verdaderamente normalizada la vida de la ciudad y se verán sus efectos en la derrama en comercios, transporte público y otros aspectos, que se han visto afectados por el descanso de miles.
Por lo pronto hoy llegan a su fin las vacaciones de la burocracia, habida cuenta que sábados y domingos son de reposo por naturaleza, es decir que no cuentan como descansos extras de los trabajadores que ya se preparan para dar continuidad a sus obligaciones laborales el próximo lunes.
No hay más que darle con fe a la chamba.