Cientos de predios abandonados en la ciudad que están llenos de maleza y representan un riesgo para la población, requieren de acciones directas de las autoridades sanitarias para obligar a sus propietarios a mantenerlos en condiciones que no afecten el entorno.
En los terrenos llenos de maleza tienen sus nidos toda clase de animales ponzoñosos como: alacranes, niños fajados, tarántulas, arañas capulinas, ciempiés y víboras, que ponen en peligro la integridad física de las personas que por necesidad tienen que transitar a pie por distintas zonas aledañas a sus domicilios o sitios de trabajo.
En las distintas colonias de la ciudad es común ver salir de estos lugares, roedores como: ratas, armadillos y tlacuaches, que en muchas ocasiones se refugian en casas y que portan de infecciones y plagas, afectando principalmente a menores y ancianos que son más vulnerables a captar cualquier tipo de padecimientos.
Además que muchas personas utilizan los solares baldíos como depósitos clandestinos de desechos, donde arrojan toda clase de cacharros sin tomar en cuenta que al momento de registrarse lluvias, estos sitios se convierten en perfectos para la reproducción de mosquitos que transmiten diversas enfermedades.
Mientras que en consonancia, con los intensos calores registrados y con los días más calientes que se avecinan por efectos de “la canicula”, se desaten incendios que en un momento dado puedan arrojar pérdidas materiales en domicilios cercanos a solares enmontados, o en el peor de los casos se registren daños físicos a personas, lo que se puede prevenir teniendo los terrenos libres de yerba seca.