El hato ganadero en el estado ha disminuido debido principalmente a la sequía inclemente que se ha dejado sentir en los primeros ocho meses de este año y que ha provocado mortandad de semovientes, mayores que en temperadas similares anteriores.
Ya con menos problemas de inseguridad en zonas del campo, ahora es la falta de lluvias que está afectando de manera considerable a los productores pecuarios de la región cañera de El Mante, Aldama, Soto la Marina, Cruillas, Burgos, Méndez y san Fernando.
Derivado de la carencia de lluvias suficientes que favorezcan la recuperación de pastizales y vegetación silvestre el ganado ha perdido una cantidad suficiente de peso, provocando en algunos casos la muerte de semovientes, por lo que para no perder todo se han vendido registrando ventas de pánico.
Una vez que pase la temporada de mayor calor, el hato ganadero en la región tendrá que repoblarse para recuperar las 900 mil cabezas de ganado que tradicionalmente se caracterizan en Tamaulipas, un estado con una enorme vocación pecuaria, que se ha confirmado con el paso del tiempo.