La araña asesina o violinista se encuentra en plena temporada, es decir cuando hace muy mayor aparición, lo que representa un peligro latente para la población ya que su ataque puede provocar la muerte de una persona, situación que se presenta con regularidad en municipios como Matamoros, Reynosa y Ciudad Victoria, pero que seguramente se han o pueden presentarse en San Fernando.
Incluso más brutal que una viuda negra, o la víbora de cascabel, la agresión de este arácnido puede ser más silencioso y letal de lo que se imagina, ya su efecto es 10 veces más poderoso que el ácido sulfúrico, y de acuerdo con especialistas consultados al respecto, se trata de una especie nocturna que se adapta a cualquier ecosistema y cuyos lugares predilectos durante el día son los rincones oscuros, de los que sale para cazar, su actividad aumenta en las noches veraniegas calurosas y con luna.
Lo que se debe tomar muy en cuenta es que suele esconderse en grietas y rincones de difícil acceso, en lugares polvorientos y poco aseados, como bajo los tanques de gas, detrás de cuadros, cornisas, librerías o en los armarios, especialmente con ropa. Si bien es activa durante todo el año, su vitalidad disminuye con la llegada del frío, pero debido a que el calor está en pleno apogeo el peligro es mayor.
Para identificarlas hay que considerar que vistas desde arriba, en su cefalotórax se puede apreciar una silueta que emula a un violín. Otro de sus rasgos distintivos es que cuenta con tres parejas de ojos y no cuatro como el resto de las arañas; por lo que en caso de tener sospechas de estar cerca de ellas alejarse lo más rápido posible.
Los niños están en mayor peligro ya que por su edad y curiosidad exploran rincones propicios para escondites de estas arañas, y de acuerdo con versiones locales, hasta en baúles de los juguetes se han apreciado, por lo que es de suma importancia mantener limpios los lugares al alcance de los menores.