Por José Inés Figueroa Vitela
Desde que los cazadores cinegéticos dejaron de venir en 2010 a la fecha, la paloma de ala blanca se convirtió en un dolor de cabeza para productores de sorgo del norte de Tamaulipas, luego que estas aves se comen al año, hasta 70 millones de pesos de sus ganancias.
Productores agrícolas de la región de San Fernando, estiman que anualmente miles de palomas llegan en temporada de cosecha a alimentarse del sorgo que está a punto de ser cosechado, por lo que se estima que consumen 20 mil toneladas por temporada de cosecha.
Productores de sorgo de la región indican que las palomas de ala blanca ya son consideradas una plaga luego que enormes parvadas atacan ese cultivo.
Jorge Camorlinga Guerra, ex secretario de organización de la Liga de Comunidades Agrarias en Tamaulipas, alertó que las pérdidas económicas son cuantiosas pues provocan daños económicos por más de 70 millones de pesos.
“Aunque esa cifra es una estimación ya que puede ser más, según el precio del sorgo por tonelada. El problema existe, luego que en municipios como San Fernando, Abasolo, Jiménez, Méndez, Cruillas y Burgos, abundan las palomas, que se han convertido en una preocupación grave para los compañeros”, afirmó. La multiplicación de aves se debe a que desde hace tiempo no existe actividad cinegética, por lo que se ha vuelto una plaga en la zona norte de la entidad, donde las poblaciones de esos animales crecen sin control.