El ostión es considerado una las especies más exquisitas extraídas de las aguas de la laguna madre en la zona de San Fernando y en la Cuaresma uno de los mariscos preferidos, pero lo que muy pocas personas ignoran, es el grave peligro que representa el comer este alimento sin ser cocido, al grado que puede originar la muerte de quien ingiera el molusco contaminado con una bacteria que es propia de su contenido.
Profesionales de la salud señalan que el vibrio vulnificus es una bacteria que puede ser encontrada en el molusco, lo peor es que resulta imposible saber cuándo una especie está contaminada, ya que no modifica el olor ni el color de la misma, pero es cuestión de horas para sentir las consecuencias.
Resaltan que los consumidores de alcohol y diabéticos son más susceptibles a esta bacteria, la cual manifiesta los malestares en un lapso de 24 a 48 horas con síntomas como: escalofríos repentinos, fiebre, náusea, vómitos, diarrea, conmoción cerebral y lesiones en la piel, entre otras.
Por lo que es importante resaltar que una persona que tenga cualquiera de estos síntomas después de comer ostiones crudos, debe recibir atención inmediata e informar al profesional médico sobre el consumo, ya que de no atenderse a tiempo la muerte puede ocurrir en un plazo no mayor a las 48 horas.
Se trata un molusco de alta demanda en la región, que se produce en cantidades considerables en la laguna madre y parte de su demanda, consiste en la creencia de tener virtudes para aumentar la potencia sexual entre quienes lo consumen, siendo en Semana Santa y el verano cuando aumentan la demanda y consumo.