Debido a la ausencia de oportunidades de trabajo en la ciudad y el burocratismo que entraña instalar un negocio de manera formal, han propiciado que personas con necesidades de sostener a sus familias se estén dedicando por su cuenta a pequeños comercios, que han montado por todos los rumbos de la ciudad.
Ante esta situación es común observar a personas de ambos sexos y diferentes edades dedicados a todo tipo de actividades informales, ante la necesidad imperiosa de obtener recursos para sostener o ayudar a la economia de los hogares, ganándose la vida de una forma honesta.
Lo anterior provocado por el desempleo que agobia al municipio y afecta la supervivencia y desarrollo de cientos de familias, cuyos integrantes principalmente los padres, no tienen una ocupación que les permita llevar el sustento a sus domicilios y resolver las necesidades más elementales.
Por ello, en San Fernando están floreciendo negocios tales como taquerías, venta de cítricos, lavados de autos y una serie de actividades informales que contribuyen para el sostenimiento de una cantidad indeterminada, pero importante de familias.
Buen porcentaje de estos comercios, se mantienen dentro de la informalidad debido a que para instalar un negocio de acuerdo a las normas fiscales, se requiere tener una computadora, pagar un contador y realizar trámites que se encuentran fuera del alcance de personas que necesitan obtener recursos para cumplir con las obligaciones más básicas de sus hogares.