Industriales de la masa y la tortilla de la región, enfrenan una situación que no les está dejando un margen de ganancias que coincida con la inversión que realizan en la producción de este alimento, básico en la dieta de la población.
Por parte de los propios tornilleros, se conoce que es difícil la situación derivada de la inflación en la mayor parte de los insumos, lo que complica más la situación, porque existen una serie de gastos y obligaciones que tienen que cubrirse.
El negocio de la tortilla se ha visto más afectado porque ahora la gente prefiere comprar en las tiendas de auto servicio a precios más bajos, que aunque son de menor calidad pero están más baratas, lo que resta margen de utilidades.
Es de mencionar que los incrementos a los insumos son cada vez más frecuentes, lo que les obliga a mantener en 20.00 pesos el precio del kilogramo de la tortilla, para poder mantener sus operaciones, siendo San Fernando muna de las regiones del país donde este producto cuesta más caro a los consumidores.
Aumentos a las harinas, el gas, la electricidad, el pago a los trabajadores y los impuestos mantienen en una situación inestable a los propietarios de estos establecimientos lo que ha ocasionado que algunos de ellos hayan decidido cerrar, debido a la incosteabilidad o escaso margen de ganancias.