Precipitaciones que se registraron días atrás en algunas zonas de la región, representan un aliciente para los productores del campo, principalmente para los ganaderos, que venían atravesando por un prolongado estiaje, que mantuvo a los semovientes en condiciones precarias.
Las lluvias además de refrescar el ambiente, han traído como resultado la recuperación de pastizales que se vieron afectados por una larga sequía, lo que ha provocaron que productores pecuarios tuvieran que llevar agua hasta los ranchos para sostener los hatos.
También se produjo la compra de pacas de zacate para alimentar al ganado, ante la escases de vegetación en algunas zonas, en este caso con mayores problemas en los municipios de Burgos y Méndez, donde las vacas durante largo tiempo estuvieron flacas y se registró inclusive, mortandad de animales.
En los últimos días las temperaturas han sido disminuidos de manera favorable, cambiando el ánimo de los productores y el rostro de la naturaleza, mientras que para las lluvias han sido generosas y se ha evaporado el riesgo de muertes de más semovientes por falta de agua y comida.