Tras señalar que no es posible que las vedas de camarón se sigan dando como hace 27 años, con carácter de experimental, cuando el mundo ya cambió en todos los aspectos, el líder social Remigio García Padilla, demandó una actualización de los estudios, para que las medidas que se determinen, sean fundadas en las condiciones reales de la propia naturaleza.
Al iniciar este día la prohibición para captura de camarón en aguas de la laguna madre, que tendrá duración de 45 días, señaló que “amigos pescadores de toda la vida me están comentando que la veda de camarón los va a meter en más complicaciones económicas, porque el bienestar de sus familias depende exclusivamente de su trabajo”.
Recordó que la veda de crustáceos en la laguna madre inició en 1993, en el primer año del Gobernador Manuel Cavazos Lerma, con el claro objetivo de beneficiar a la flota de barcos camaroneros de altura en el Golfo de México, propiedad de influyentes políticos nacionales, que durante todo este tiempo -27 años- han sido favorecidos por esta medida.
Consideró absurdo que desde la capital del país, se sigan dictando las vedas de manera disfuncional y perniciosa para los pescadores, “porque apenas termina la prohibición oficial, cuando al día siguiente entra la canícula, que es una veda natural, en que los camarones huyen al fondo de la laguna, para no perecer por las altas temperaturas que toma el agua”.
Es necesario –dijo- retomar este asunto y buscar con la ayuda de diputados federales y senadores, que se modifiquen los periodos de veda en la laguna madre, tomando en cuenta un cambio climático que está surtiendo efectos determinantes en la vida de la humanidad, provocando cambios en los procesos de reproducción y crecimiento de las especies acuáticas, que tienen su hábitat en las aguas de la laguna madre.
García Padilla mencionó que “la inconformidad y protestas de los pescadores de la laguna madre por la veda del camarón está fundamentada, porque tienen derecho a exigir nuevos estudios, para que sea la misma naturaleza, quien determine los periodos de veda más adecuados, aunque ya existe una temporada tradicional, que es la canícula, que demuestra que hay una época, en que por instinto de supervivencia, los camarones se esconden”.