El sector de la pesca ribereña en el norte de Tamaulipas se encuentra en condiciones muy lamentables debido a una serie de factores que están provocando miseria entre los pescadores y sus familias; primero el coronavirus, que trajo como consecuencia el cierre de los mercados y ahora la veda del camarón.
Al mencionar lo anterior, el dirigente de la Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras del Norte de Tamaulipas Enrique Lozano Garza, dijo que entre estas condiciones, los únicos apoyos que tienen actualmente los pescadores, son una despensa por parte del gobierno del estado y de manera anticipada, la entrega del programa federal BIENPESCA, que consiste en 7 mil 500 pesos por cada pescador adherido a las organizaciones que funcionan en la región.
Todos los programas anteriores destinados al sector, como la gasolina marina, diesel, marino, lanchas, equipamiento, artes de pesca, concurrencia entre otros, están desparecidos, lo que impacta de manera dramática en el bienestar de las familias de los pescadores y en la misma producción de especies acuáticas, con fines comerciales.
En cuanto a la veda de camarón que ayer dio inicio en la laguna madre señaló que se trata de una veda ruinosa para los pescadores ribereños que a 27 años de estarse practicando, solo terminará hasta el día en que quiebre la flora camaronera del Golfo de México, que es directa y totalmente beneficiada con esta prohibición, que por casi tres décadas ha contribuido al aumento de la pobreza entre las familias que se dedican a la captura de productos pesqueros en el vaso lacustre, como forma de vida.