Luego que las enfermedades crónico-degenerativas están creciendo a pasos agigantados y en edades más prematuras, como consecuencia de malos hábitos alimenticios y el sedentarismo, en esta época de encierro, se hace necesario aplicar rutinas domésticas.
El consumo excesivo de grasas, alcohol y la evasión a rutinas de ejercicio, pueden ser factores detonantes que de no ser moderados podrían dejar consecuencias lamentables, sin embargo no sólo los adultos están en riesgo, ahora son los menores de edad quienes son asechados por peligrosas enfermedades como diabetes e hipertensión.
Los niños y adolescentes con el simple hecho de permanecer en casa mucho tiempo, se aficionan con el consumo de alimentos “chatarra” y el uso de las nuevas tecnologías, provoca que la mayor parte del tiempo se la pasen acostados en una cama con el celular o tableta, ingiriendo grandes contenidos calóricos sin hacer ningún tipo de actividad física.
Por lo anterior, es de suma importancia que los padres de familia vigilen a sus hijos, ya que podrían estar alimentándose nocivamente y ni siquiera saberlo, lo que puede resultar lamentable al momento que se diagnostique a un menor con una enfermedad crónico-degenerativa que meta en aprietos a la familia.
Especialistas en la materia manifiestan que lo más recomendable es mantener rutinas de ejercicio y evitar la ingesta de comida “chatarra”, así como personas con sobre peso u obesidad deben acudir con regularidad al centro médico para ser valorados, evitando así ser sorprendidos con este tipo de enfermedades que son producto de los excesos.