A TAMBOR BATIENTE
Ocurrió ayer en San Fernando y la noticia corrió como reguero de pólvora: un respetable señor de amplia reputación social falleció, a causa de complicaciones producidas por añejos padecimientos de salud.
La noticia causó pesar en los círculos donde era muy conocido el señor, pero además trascendió a suma velocidad, que en su domicilio de la zona centro, se habían presentado representantes de la Secretaria de Salud y empresas fúnebres locales para recoger el cuerpo y darle disposición final, de acuerdo a los protocolos establecidos para defunciones por Covid 19.
Situación que despertó abierta resistencia de parte de su familia, que en ningún momento fue notificada que el señor hubiera dado positivo al temible virus, lo que generó airada discusión, porque no había una certeza de la causas del fallecimiento.
Finalmente se impuso la autoridad y la persona fue sepultada en una fosa “Covid”, ante la impotencia de una familia, a quien le fue negada la oportunidad de un funeral, como merecemos todos
Esto dejó muy mal sabor de boca entre la población, por el atrevimiento de querer disponer de un cuerpo sin la seguridad de muerte por Coronavirus; de por sí, buena parte de la sociedad no cree en su existencia y con casos como este, se confirma lo que muchos piensan.
Pero fíjese en esto; la Secretaria de Salud en Tamaulipas mantiene en cero, el número de fallecimientos en San Fernando por Covid, al menos hasta este mediodía… ¿entonces?.
Aquí hay tela para una denuncia por parte de la familia afectada, para que al menos no se vuelva a repetir un caso igual, porque a nadie nos gustaría que por una causa dudosa, que ni el mismo gobierno se atreve a confirmar, los restos de cualquier miembro de nuestras familias, vayan a parar en una fosa, sin respetar el derecho que tenemos a una sepultura digna y de acuerdo con nuestras tradiciones.