Ciriaco Navarrete Rodríguez
Según los cálculos matemáticos que hizo el equipo de expertos científicos y médicos del presidente López Obrador, y que están relacionados con el impacto diario de la pandemia del COVID-19 nos aseguran que el pico más alto lo podremos sentir entre los días 6 y 8 del presente mes de mayo, por lo cual, debemos estar mentalmente preparados para librarnos de esa peligrosa enfermedad que desafortunadamente todavía cobrará algunas vidas principalmente en la zona conurbada de la ciudad de México debido a que en esa región se encuentran los asentamientos humanos más numerosos del país.
Para fortuna de todos los mexicanos el impacto de la referida pandemia no ha estado haciendo los grandes estragos que han padecido otros países del mundo, sin embargo aunque son muy pocos las y los mexicanos que han perdido la vida, no deja de ser lamentable, porque aunque fuera un solo compatriota siempre nos dará tristeza porque de esa manera la familia sufre inconsolablemente la pérdida de un ser querido.
Lo igualmente lamentable es que a pesar de los esfuerzos tan exitosos e importantes que han venido haciendo los galenos del gobierno federal, nos encontramos con la parte negativa de los insensatos opositores quienes al parecer, son apátridas porque su irresponsabilidad raya en la ignorancia del valor humano de quienes han perdido la vida como consecuencia de la referida enfermedad.
Desafortunadamente el descontento de los opositores tiene su raíz en el seno de los partidos políticos como el PRD, el PAN, y el PRI, principalmente, y además la dirigencia respectiva hace replicar su encono injustificado en el seno del Congreso de la Unión y del Senado de la República.
Esa desventurada realidad también se exhiben con ella algunos gobernadores de los estados y los dirigentes de los partidos políticos de las diferentes entidades federativas.
Esa insensatez no ha crecido a lo largo del corto tiempo en que el licenciado López Obrador ha ejercido la presidencia de México lo cual se debe a que no ha logrado aumentar su tamaño o su número de seguidores, al contrario, cada día que pasa van perdiendo simpatizantes y algunos de los que aun manifiestan cierto encono, lo hacen por mero compromiso porque en su fuero interno ya están apoyando discretamente al actual gobierno de la república.
La información referida es pública y notoria porque así lo aseguran numerosos compatriotas que son testigos presenciales de múltiples confesiones que han hecho diversas mexicanas y mexicanos que aseguran que ya se retiraron de las engañosas políticas tradicionales que ha prevalecido en México a lo largo de más de 80 años.
Las realidades que estoy señalando deben ser motivo de reflexión seria de los políticos de nuevo cuño, porque tienen a la vista la envidiable posibilidad de darle mayor fortalecimiento a sus propios proyectos políticos, los cuales se presume que se sustentan en acciones inteligentes que son ajenas a toda forma de confrontación.
En efecto, el propio presidente López Obrador asegura que todo el pueblo de México está conformado por políticos entendidos y por habitantes que ya dejaron de ser improvisados y que se niegan a seguir perteneciendo a las filas políticas de los ignorantes en la materia.
Por otra parte también conviene señalar que quienes vivimos en los estados de la república mexicana debemos sentirnos comprometidos a participar pacíficamente en las prospectivas preelectorales y electorales porque ya vivimos en tiempos en los cuales la propia naturaleza nos obliga a entender nuestra vulnerabilidad tal como está sucediendo con los diversos resultados que estamos padeciendo la población de los países del mundo.
Por supuesto que me refiero al impacto de la pandemia en mención que concretamente en México nos ha obligado a comprender que la humanidad es débil frente a cualquier pandemia que amenaza con matar, y lo logra, a muchas personas.
Esos impactos pandémicos en el pasado han diezmado a la población mundial, y el coronavirus también ha podido hacer grandes estragos en algunas naciones del mundo como consecuencia del desconocimiento de los medicamentos y vacunas de las que carece el mundo actual.
Ese tipo de carencias terapéuticas demuestran nuestra fragilidad, y por ese motivo, si queremos vivir alejados de los problemas internacionales que como las guerras también matan a mucha gente y por eso mismo estamos obligados a cuidar nuestra vida del impacto mortal de las diversas enfermedades que aparecen con frecuencia en las variadas regiones del mundo.
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