La baja presencia de personas en vía publica por las recomendaciones de la Secretaria de Salud a quedarse en casa para no incrementar los riesgos por la contingencia sanitaria, está provocando el desplome en los ingresos de comerciantes en pequeño.
Lo anterior es visible en puestos informales de comida y restaurantes establecidos de la ciudad donde la ausencia de comensales, de inicio provocó la suspensión de personal encargado de la atención a los clientes, por la incapacidad de los dueños de esos negocios para pagar sueldos.
La escasa actividad económica se sostiene apenas hasta el oscurecer porque para las 9 de la noche solo se miran pocas personas circulando por las calles de la ciudad y que salen a realizar compras de artículos básicos, donde predominan los medicamentos.
La situación de estos comerciantes se ha tornado más crítica al paso de los días, por lo que esperan que surjan apoyos de parte de los tres niveles de gobierno para ayudarlos a subsistir en tanto transcurre la emergencia nacional de salud, que podría prolongarse por varios meses, de acuerdo a estimaciones de altos funcionarios federales.
Entre los escasos negocios que parecen no resentir los efectos de la desaceleración se encuentran los almacenes de comida, las farmacias y los libertarios de análisis clínicos que en las últimas semana han visto incrementar sus ingresos por la afluencia de usuarios que requieren resolver necesidades elementales de sus familias o de carácter personal.