A TAMBOR BATIENTE
A un mes que fueron paralizadas las actividades “no esenciales” en el país, ningún gobierno ha salido a atender las necesidades de millones de mexicanos que han visto su vida colapsada, porque de los empleos fueron enviados a sus casas sin sueldo, mientras que pasa la contingencia, en tanto que otro segmento muy amplio no encuentra en que ocuparse por las mismas restricciones que el gobierno ha impuesto.
Desde este modesto espacio quiere preguntarles a las autoridades de todos los niveles si comer es algo esencial o no; porque han dispuesto que se paralicen las actividades de rutina, de donde las personas obtienen el sustento de sus familias, pero olvidaron un “pequeño” detalle: esas familias no pueden prescindir de alimentarse.
¿Comer es o no algo esencial?… si me dicen que no y llegan a convencerme, haré de cuenta que toda mi vida he caminado en el error y entonces después de dar una disculpa pública, me despediré de quienes por décadas han seguido mis publicaciones.
Pero hasta que no me lo comprueben seguiré creyendo que comer es algo que no se puede evitar, cuando la idea es sobrevivir; un ayuno excesivo lleva a la muerte y es una modalidad que solo utilizan quienes quieren llamar la atención o dejar constancia de una prueba de temeridad suicida, para lograr un propósito.
Este tema no requiere de muchas palabras para entender que la comida es completamente esencial; solamente los funcionarios no tienen la capacidad para asimilarlo, porque se encuentran a buen resguardo, bajo la sombra de la bendita nómina.
¿Es lo mismo trabajar al día que tener un sueldo seguro?… Pueden decir lo que gusten en el ánimo de tener al pueblo engañado, pero loa intestinos cuando emiten sonidos guturales, nos están diciendo que quieren comida, pero como los funcionarios no llevan sus organismos a tales extremos, no saben interpretar ese lenguaje corporal.
O lo que es lo mismo, no están preparados para esta clase de temas.