A TAMBOR BATIENTE
Parece que nunca entendimos; buena parte del comercio en San Fernando está disfrutando de la crisis sanitaria que mantiene a considerable segmento de la población viendo por las ventanas y rendijas de los hogares, ante los exhortos y hasta prohibiciones de andar en la calle, provocando con esto que se hagan las compras básicas en los lugares más cercanos.
Y muchos –no todos porque hay excepciones honrosas- se dan vuelo, aumentándole todo lo que pueden a los artículos de primera necesidad; ayer la tapa de huevos amaneció en varios negocios por encima de los cien pesos; una verdadera injusticia y una infamia, porque se trata de la principal comida para miles de familias de menores ingresos.
Pero esos comerciantes miserables –que desde tiempos bíblicos ya habían sido expulsados de los templos por Jesús- parecen ignorar que la gente los tiene bien identificados y que en caso de venir una revuelta popular, están en el primer lugar de las listas, para ser pasados por las armas, de ese mismo pueblo, que ahora abusan.
No entienden que en estos momentos, ya hay familias que están batallando para surtir una magra despensa, tienen problemas y que esto apenas comienza, con predicciones de mantenerse por varios meses.
Decía en su tiempo el Presidente BENITO JUÁREZ: “por el bien de todos, primero los pobres”.
¿No entienden el significado?… quienes atesoran riquezas serán los primeros en caer víctimas de la furia del pueblo; los saqueos comienzan por lo que está más a la mano y si de paso, existe resentimiento, las consecuencias pueden ser hasta fatales y afectar también a los más próximos, porque la violencia cuando se desata, no tiene límites.
Se entiende que un negocio, de cualquier tipo, es para ganar dinero, pero no a base de la hambre y el bienestar del pueblo; las utilidades del comercio ya están consideradas en los precios normales y si bien se pueden aumentar algunos centavos porque a ellos también les aumentan las mercancías, debe existir un límite para no castigar más, a quienes de por si ya están afligidos por las carencias.
Luego… ninguna autoridad de ningún nivel de gobierno se está tomando la molestia de vigilar que estos abusos no sucedan, mientras que la sociedad impotente e indignada, resiente la voracidad de mercaderes abusivos e inmisericordes.
¿Qué puede pasar?… entre otras cosas, que la población siga aceptando su papel de víctima inerme… o que en cualquier momento tome justicia por su propia mano, que sería saqueando comercios de los hambreadores o hasta cosas peores, que también se verán… según las sagradas escrituras.
¿Eso es lo que quieren?… pues entonces sigan aumentando los precios a como se les antoje, pero no se espanten si un día los roban en su propia cara o deciden cobrarles de una manera más drástica haberse “bañado”, en los momentos que se requería de la mayor humanidad.
Y que cuando partan de este mundo… se lleven todas las ganancias que lograron acumular gracias a una crisis, que nos está dando a todos la oportunidad de redimirnos y ser mejores, pero que volteamos a otra parte, fingiendo no verla.