“Las chochas”, un producto de origen vegetal que solamente se producen una vez al año, están convertidas en una forma de ingresos para personas que no cuentan con un empleo fijo y en cambio, tienen una familia que sostener.
Se trata de una especie silvestre, que viene de una planta del campo conocida como “pita”, de las que existen miles en la región de “El Valle de San Fernando” y que dentro de la variedad de la gastronomía local, se distingue como un platillo muy apreciado.
“Las Chochas” se cosechan en los primeros meses de cada año y entre sus particularidades, se encuentra que solamente una vez por cada doce meses es posible obtenerlas y disfrutar el sabor de un producto que se han consumido por más de 200 años en esta zona del país.
Actualmente, de la venta de “chochas” subsisten varias familias que radican en la cabecera municipal y comunidades del campo; vendedores de estas “flores” señalan que “las Chochas” tienen precios diferentes de acuerdo a su tamaño, que son ofrecidas a los consumidores desde los 40 a los 100 pesos, luego que traerlas del campo a la ciudad, presenta gastos de operación, además de algunos riesgos.
A media mañana se mira en algunos lugares públicos, principalmente en el estacionamiento de la tienda “Aurrerá” las también llamadas “flores de pita”, mismas que una vez comercializadas, dejan utilidades de entre 500 y 700 pesos por día, a las personas que las ponen en venta.
Descontando los gastos de gasolina, les quedan ganancias para alimentar a su familia, ya que por semana logran reunir hasta tres mil pesos con la venta de esta variedad silvestre, cuya recolección no es tan fácil, debido a que hay que adentrarse entre el monte y correr el riesgo de la picadura de una víbora de cascabel, que en la región abundan y cuyo veneno puede ser mortal, si no se atiende a tiempo.