La época de las “vacas gordas” en el gobierno, parece haber llegado al primer receso del siglo, por factores que forman parte de las nuevas políticas federales; la 4T ha convertido a la austeridad Republicana en una especie de etiqueta que angustia a los estados y municipios.
Y no es precisamente porque se aprobaron presupuestos menores para ser ejercidos en este año, el asunto es más de formato que de cuantía, porque se movieron parte de los recursos a otras áreas de la administración pública y finalmente, el Gobierno Federal manejará de manera directa, una parte que antes estaba en manos de los estados.
Así estará funcionando la 4T durante los cinco años que restan del mandato de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, así que más que quejarse, los gobernantes locales tendrán que acostumbrarse y acoplarse.
Tamaulipas ya está preparado, porque en este año 2020, espera tener una recaudación de cerca de seis mil millones de pesos -500 millones al mes- por encima de los 53 mil millones ejercidos en el 2019, a través de estrategias de recaudación fiscal que se aplicarán dentro de la base tributaria, es decir entre los causantes.
Se dice que no habrá nuevos impuestos, que no habrá aumentos de los ya establecidos, pero entonces ¿de dónde van a salir esos 500 millones de pesos mensuales que esperan ingresen a sus arcas?.
De un milagro no creo y recaudar entre la base tributaria será también el camino más directo de los Ayuntamientos para mejorar sus caudales, pero en el entendido que al menos en el caso de San Fernando, donde el año pasado se manejaron 168 millones de pesos, en este 2020, están presupuestados 172 millones de pesos.
Es decir que en términos reales, la Presidencia Municipal manejará poco más que el año pasado, pero como el dinero nunca es suficiente –por muchos motivos-podría intentar acopiar más fondos a través de la recuperación de la cartera vencida del impuesto predial y los servicios catastrales que presta.
Esa es la alternativa más a la mano que tienen los municipios, la más fácil, porque hay otras formas de ingresar fondos a la Tesorería; la realización de eventos de paga podría ser una de estas, hacer rifas o rentar espacios públicos como el centro de convenciones para fiestas particulares, cobrar el acceso a parques deportivos, por el uso de los sanitarios, por señalar algunas… hasta ahora ha sido parte de los estilos de gobernar, pero los tiempos cambian y todo es diferente.
Resignados a que dinero de mas ya no habrá por parte del Gobierno Federal, así que la inspiración y el talento empresarial tendrán que aplicarse en el embrollo que significa obtener recursos adicionales a los presupuestados. Porque por una cosa o por otra, el dinero nunca sobra y en cambio, siempre falta, aunque el pueblo no vea donde se aplica.